
Luis XV fue un gran degustador del vino espumoso de la región de Champagne, que bebía sobre todo en compañía de sus amantes...
La más famosa de todas ellas, Madame de Pompadour, fue quien inmortalizó la frase:
"El champagne es la única bebida capaz de hacer más bella a una mujer después de haberla bebido".
Al parecer, Madame de Pompadour consumía unas doscientas botellas al año en sus fiestas…
Hay más de siete millones de burbujas en cada botella, un millón en cada copa.
Dentro de cada botella de Skinny Bubbles hay una presión altísima, el equivalente a cinco atmósferas. Para que tengas una idea, equivale a tres veces la presión de los neumáticos de un automóvil.
La Viuda de Clicquot fue la primera mujer que produjo champaña. Ella realmente existió. En 1805, cuando tenía 27 años, su marido enólogo falleció. Y en contra de lo esperado en el siglo XIX -y a pesar de mucha oposición- la joven viuda decidió hacerse cargo del negocio de su marido.
Ella lo adaptó y lo mejoró y llevó su producto efervescente por todo el mundo, convirtiéndolo en uno de los maisons de champagne más exitosos.
Hubo otras, todas viudas, las únicas mujeres a las que la sociedad francesa de esa época les permitió asumir un rol tan público. Hicieron un trabajo extraordinario.
De hecho, las Viudas de la Champaña fueron tan exitosas que algunas casas de champaña sin viudas ¡agregaron Veuve a sus etiquetas de todos modos!
Una de las pocas maestras bodegueras en una casa de champaña grande, Floriane Eznack, dice que "hay amor" entre las mujeres y la champaña.
"La champaña al comienzo era comprada para las amantes de los reyes de Francia", cuenta… "E incluso hoy, para seducir a una mujer un hombre no compraría vino tinto, ¡compraría champaña!", afirma.